Trump y el clima
- Juan Pablo Martínez Moscoso
- 22 oct 2015
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Foto: http://www.publico.es/
“El frío que hacía esta mañana, evidencia que no hay calentamiento global”… está
desafortunada frase del líder de la derecha populista de Estados Unidos, más allá de demostrar el profundo desconocimiento de la realidad ambiental global del precandidato a la Casa Blanca, debe encender las alarmas sobre la postura de los poderes económicos respecto a las negociaciones climáticas que se llevarán a cabo en París. Según el Panel Intergubernamental sobre cambio climático, máxima autoridad multilateral en el tema, no existe duda de la presencia del cambio climático global y de su origen debido a la intervención humana. Sin embargo en los sectores de poder económico existen voceros que tratan de desacreditar esta situación y boicotear las negociaciones de París. El más importante de estos voceros ha sido por mucho tiempo Donald Trump que ha señalado por ejemplo: “Se llama calentamiento del clima y tienes una tormenta y tienes lluvia y tienes días hermosos”, esto muestra un primer problema de concepto, por cuanto Trump y sus seguidores siguen empleando el término “calentamiento” cuando en realidad a lo que nos enfrentamos es a un “cambio” climático que va más allá de las variaciones naturales del clima que generan esa alternabilidad de las que habla Trump. En otra ocasión señaló: “No creo en el calentamiento global”, ese concepto “fue creado por y para los chinos para hacer que las manufacturas estadounidenses no sean competitivas”, tuiteó. Esto se vincula a su política de victimización de los estadounidenses frente a otros países e incluso a los migrantes y que tiene dos claros objetivos, por un lado limpiar la imagen del país y evitar ser catalogados como los principales responsables del fenómeno al no suscribir el Protocolo de Kyoto, pero por otro lado anticipa la postura norteamericana frente a las nuevas negociaciones del clima. En este sentido ha declarado que las políticas de reducción de gases de efecto invernadero afectarían la creación de empleos y dañarían a las personas de ingresos medios y bajos en Estados Unidos. Trump tiene una visión muy rudimentaria y simplista de los problemas ambientales globales, en más de una ocasión ha tenido intervenciones al respecto, en alguna ocasión señaló: “Creo que el aire limpio es el problema. Quieres tener aire limpio y agua limpia. Eso es muy importante para mí, y he ganado muchos premios ambientales”, explicó. Sin embargo al hablar de políticas de energía limpia para reducir las emisiones de CO2 cree que podrían “poner en riesgo trabajos”. Su posición al respecto es muy clara, no deberían “poner en riesgo las compañías de nuestro país” al imponer restricciones ambientales que “pondrían en riesgo trabajos… de hecho la clase media y las clases bajas van a ser las personas sin dinero”, “. Al ser uno de los candidatos más opcionados a la presidencia de uno de los mayores productores de gases invernadero y un país con alta capacidad de presión en las negociaciones del clima debemos preocuparnos por su visión de condicionar la supervivencia de la especie por debajo de la economía de su país.