CARNE Y CÁNCER
- @juanpmm
- 29 oct 2015
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En los últimos días, una de las noticias que más ha llamado la atención de la población, ha sido la inclusión de las carnes rojas y embutidos en la lista de elementos potencialmente cancerígenos. En varios medios de comunicación y principalmente en las redes sociales ha comenzado una ola de comentarios alarmistas y en ocasiones desinformados; pues la mayoría de estos comentarios confunden la categoría de certidumbre con grave riesgo. La Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó los resultados de una investigación realizada por el Grupo de Trabajo de 22 expertos de 10 países, convocados por el Programa de Monografías del CIIC (Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer), el mismo que, clasificó el consumo de carne roja como probablemente carcinógeno para los humanos (Grupo 2A), basado en evidencia limitada de que el consumo de carne roja causa cáncer en los humanos y fuerte evidencia mecanicista apoyando un efecto carcinógeno. Si analizamos estos resultados, podemos ver que lo que de que lo que dice el informe, es que existe suficiente evidencia del incremento de riesgo de cáncer, pero en cuanto a este aumento señala que la carne procesada consumida diariamente aumenta el riesgo de cáncer colorrectal en un 18%. Para un individuo, el riesgo por su consumo de carne procesada sigue siendo pequeño, pero este riesgo aumenta con la cantidad de carne consumida”, dijo el Jefe del CIIC. La discusión principalmente en redes sociales, se ha desviado hacia la pertinencia del consumo de carne por parte de los humanos, existen posturas radicales en ambos lados, tanto de los carnívoros como el caso del ministro de salud de Alemania sin desmerecer los resultados del estudio o su colega de Austria que los califica de ridículos y por otro lado quienes consideran el consumo de carne como innecesario, dañino o incluso éticamente incorrecto. Es necesario analizar desde varias perspectivas este asunto, desde una perspectiva fisiológica, nutricional, e incluso evolutiva. Es innegable la importancia de las proteínas en una dieta saludable y desde el punto de vista evolutivo debemos recordar que parte de lo que nos convirtió en humanos fue el cambio en la dieta; mientras nuestros ancestros consumían semillas y raíces permanecieron con capacidades craneales muy reducidas, pero fue a partir de que algunas especies relacionadas con los humanos comenzaron a consumir carne que obtenían como carroñeros de las presas de grandes carnívoros, el momento en que nuestro cerebro comenzó a crecer exponencialmente y esta actividad de consumo de carne también pudo ser responsable de nuestro andar bípedo. En éste como otros temas, lo vital es informarnos de la fuente y no caer en discusiones basadas en argumentos simplistas y evitar alarmarnos. Respecto al riesgo la Organización Mundial de la Salud, ha señalado: “Se ha clasificado la carne procesada en la misma categoría que las causas de cáncer, como el consumo de tabaco y el amianto, pero eso no quiere decir que son igualmente peligrosos”. Con estos antecedentes, está en sus manos tomar la decisión sobre el consumo de carne de una forma responsable e informada.